El
Niño viejo
Víctor D. Corcuera Cueva
William
Quinn y otros investigadores, cómo Santiago Antúnez de Mayolo, han revisado
documentos históricos con respecto a la cronología –desde el periodo colonial- del
Fenómeno El Niño (FEN) en el territorio peruano. Sus resultados indican que, hasta
el año 1987, han sido cerca de 80 eventos, tipificados entre moderado, intenso
y muy intenso. De otro lado, el dato arqueológico evidencia que la presencia del
FEN se remonta a los 10 mil años. Durante una larga línea de tiempo, o sea desde
el Paijanense hasta el periodo Chimú, tuvieron que adaptarse y co-existir con
los impactos negativos y positivos del FEN.
Los
huaycos, hasta el momento, no han afectado a Chan Chan. Evidentemente, los
arquitectos y paisajistas Chimú, planificaron estratégicamente su ubicación y
edificación. Sin embargo, tuvieron que dotarla de elementos constructivos para
evitar daños materiales -como lo sucedido en las Huacas de Moche-. Eso explica
la existencia del muro que une los cerros Cabras y Campana. Aquel muro sirvió,
entre otras cosas, para evitar que las avenidas de agua ingresen, por el lado
norte, al área nuclear de Chan Chan.
Este
domingo 17, se cumple dos años del primer huayco, proveniente de la quebrada
San Idelfonso, que bajo por su cauce natural hasta el océano pacifico. A su
paso dejó daños materiales que, hasta el presente, no se ha logrado
reconstruir.
Si
nuestros ancestros lograron prever soluciones para afrontar el FEN (moderados e
intensos) ¿Por qué en el presente, con la acumulación de experiencias y
conocimiento, no podemos hacerlo? Es tiempo qué los que toman decisiones
aprendan de las experiencias del pasado, de aquella gente que estuvo más de 10
mil años en este territorio y logró, en su medida, dar soluciones.
Aún
estamos a tiempo.
Artículo de opinión publicado en el diario La Industria.
Trujillo,
12 de marzo de 2019
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