Ciclovías para La Libertad
Ciclovías para La Libertad
Víctor D. Corcuera Cueva
Hace
19 años conocí a Luis Ramírez D’Angelo, ciclista profesional trujillano. Él es
Presidente fundador del Club de Ciclismo “Amistad”, al cual llegan ciclistas de
todo el mundo. Es el único peruano que fue invitado a participar del Tour de Francia
en reciprocidad a su espíritu hospitalario para con los ciclistas que recorren
el Perú en bicicleta.
Desplazarse
en bicicleta disminuye considerablemente la contaminación atmosférica, mejora
el estado de salud física, mental y emocional de quien la practica. Asimismo, enaltece
el espíritu humanista de la sociedad.
Sin embargo, no existen ciclovías en la Región La Libertad, o sea
espacios técnicamente delimitados, con su respectiva señalización e
implementados en la conectividad vial nacional. No obstante, esta realidad, niños,
jóvenes y adultos, se desplazan en bicicleta a diario por las grandes urbes y
centros poblados.
El
desprecio y falta de respeto contra los ciclistas por los que están al volante,
es el cotidiano. Varios ciclistas mueren atropellados por esos bárbaros al
volante, truncando sueños y esperanzas. El
pasado domingo 6 de enero, Lance –de 12 años-, el hijo menor de Lucho, murió
atropellado en la Panamericana, Virú. El sistema nos lo arrebató de la manera
más injusta y frente a la mirada desgarradora de su padre y hermana. Él se
entrenaba para el campeonato inter escolar de ciclismo.
¿Cuántas
muertes más necesitan los que toman decisiones para crear las ciclovías?
Este articulo
va en memoria de Lance Ramírez Alva y de todos aquellos ciclistas que murieron
en las pistas, por el sólo hecho de haber optado por un medio de transporte
sostenible.
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Trujillo, 8 de
enero de 2019
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