viernes, 18 de octubre de 2019

Crisis hidrica


Crisis hídrica
Víctor D. Corcuera Cueva

El portal de SEDALIB ha publicado el cronograma de restricción de agua potable por trabajos en la planta de tratamiento de Chavimochic. Aun cuando esta información permitiría a la población tomar precauciones a tiempo, la realidad nos golpea frente a una situación constante: el agua potable de Trujillo depende de las operaciones de Chavimochic.

La población trujillana bordea el millón de personas, siendo los distritos más poblados: La Esperanza y El Porvenir; ambos situados en la parte alta del valle de Moche, sobre los 150 msnm. Esto explicaría la baja presión de agua y el porqué estos distritos son los más afectados durante la restricción de agua. Los otros distritos cómo Trujillo y Víctor Larco, por ejemplo, raramente se ven afectados, a excepción cuando hay daños serios durante El Niño. Asimismo, el suministro de agua para los distritos de la parte alta es máximo 2 horas diarias. ¿Esta realidad respondería a una decisión sociopolítica?

Además de los 55 pozos tubulares, utilizados para determinar el nivel freático, se tienen los pozos paralizados que suministraban de agua potable a la ciudad de Trujillo. Los 25 días sin agua potable que tuvimos que experimentar durante El Niño Costero, fue una señal de la grave situación de depender de Chavimochic. Es inaudito que Trujillo se dé el lujo de desaprovechar el manto acuífero de su entorno inmediato y que, constantemente, tenga que exponer su salud y economía.

A causa del calentamiento global y la crisis hídrica, la restricción de agua potable será más drástica en los próximos 10 años. La población trujillana debe exigir a sus municipios, accionistas de SEDALIB, la reactivación de los pozos; y la activación de un eficaz plan de contingencia.

Artículo de opinión publicado en el diario La Industria.
Trujillo, 15 de octubre de 2019

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