El
cerro Oreja
Víctor D. Corcuera Cueva
El
cerro Oreja se ubica en la margen izquierda del valle de Moche, distrito de
Laredo, Provincia de Trujillo. Ostenta vestigios monumentales de carácter
ceremonial y administrativo de diferentes culturas. Asimismo, es hábitat y
refugio de vida silvestre amenazada, actualmente, por la expansión urbana y
agrícola. Lamentablemente, frente al abandono del Estado, se ha convertido en
botín de traficantes ilegales de tierra.
Visto
desde su flanco Sur Oeste, a la altura media de la montaña, sobresale una roca horadada,
a la que los lugareños la indican como la “oreja del cerro”, de allí su nombre.
La particularidad de contener granito gris blanquecino, permite que la luz
solar se refleja en su superficie, actuando como un gran espejo natural.
Durante
El Niño, esta montaña se convierte en fuente de vida, generando las condiciones
de una biodiversidad muy rica. Es común ver, durante el periodo de lluvias,
venados, aves rapaces y el excepcional zorro costero.
De
otro lado, el dato arqueológico indica que, desde hace casi 4000 años, ya
existía un canal que conducía el agua, proveniente del río Moche, hacia lo que
ahora es Pampas de San Juan, Laredo. Asimismo, diferentes áreas fueron
utilizadas como zonas de entierro. El análisis de las osamentas halladas en
contexto indica, por ejemplo, que la calidad de vida de los que residían en
cerro Oreja - durante la época Moche- era mejor de los que habitaban entre las
Huacas del Sol y de La Luna.
Los
valores geológicos, culturales y paisajísticos del cerro Oreja, son suficientes
para devolverle la mirada. Las autoridades deberían gestionar su puesta en
valor, educativo y turístico, ampliando las oportunidades para su uso
sostenible.
Artículo
de opinión publicado por el diario La Industria de Trujillo.
Martes,
25 de junio de 2019
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