Innovar
la oferta turística
Víctor D. Corcuera Cueva
El
pernocte de un turista extranjero en la ciudad de Trujillo no pasa de dos
noches, la magra oferta turística lo justifica. Esta realidad genera, durante
las temporadas altas, situaciones negativas durante la vista a los atractivos turísticos.
Algunos
pueblos Liberteños, mediante sus gobiernos locales, han empezado a ejecutar
proyectos de corto plazo para empoderarse y poner en vitrina sus recursos y
atractivos. Un notable ejemplo es la gestión que se ha realizado en el pueblo
de Magdalena de Cao, destino turístico que integra la ruta del Brujo. El
mejoramiento de los servicios turísticos, remodelación de su Plaza Mayor, y el
empedrado de su principal vía de acceso, son su mejor carta de presentación. Lo
que se ha trabajado hasta ahora puede servir como modelo a aplicar en otros
pueblos.
Las
motivaciones del turista que llega a La Libertad están relacionadas con el
encanto de su contraste paisajístico y por el desarrollo tecnológico de
nuestros ancestros. La experiencia de viaje radica en conocer pescadores con
tecnologías de pesca que se remontan a 3 mil años, por ejemplo. O quizás en
visitar un taller de fabricación de cirios, cómo los que existen en la ciudad
de Otuzco. Esa es la identidad cultural
que motiva los viajes desde otros continentes.
De
ampliarse la oferta turística regional, se generaría un impacto positivo en el
flujo turístico a los atractivos ya existentes. De otro lado, las familias del
interior podrían, entre otras cosas, incursionar en la industria hotelera y de
restauración. La habilitación de casas hospedaje es una de los servicios con
mayor demanda en otras latitudes.
Es
tiempo de innovar la oferta turística, las condiciones están dadas.
Artículo
de opinión publicado en el diario La Industria de Trujillo
Martes,
5 de noviembre de 2019
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