Mentiras verdaderas
Víctor D. Corcuera Cueva
Las
declaraciones dadas por el Ministro de Cultura, Rogers Valencia, durante su
reciente visita a Trujillo, reflejan su escaso conocimiento con respecto a la
problemática del Sector en La Libertad. Ha dejado claro que su despacho no
tiene competencia en solucionar uno de los problemas más graves que atenta
contra la zona intangible de Chan Chan. Dos sectores del Monumento están
afectados por los volqueteros que arrojan a diario restos de escombros,
desmonte y basura.
Estas
acumulaciones de desechos atentan, también, contra la salud ambiental de la
población trujillana, además de convertirse en una pésima postal para los
visitantes. El Estado Peruano firmó la Convención sobre la protección del Patrimonio
Mundial, Cultural y Natural; celebrada en Paris en 1972. Por lo tanto, el
titular de Cultura no debe excusarse de su responsabilidad, argumentando que
éste es un problema municipal.
De
los 12 bienes UNESCO en el Perú, Chan Chan es el único que se encuentra en la
Lista roja de Sitios en peligro -durante 33 años-. Es momento que los gobiernos
locales y regional, coordinen acciones para solucionar definitivamente este
problema. De lo contrario deberían dar un paso al costado y dejar la posta a
profesionales que si tienen la voluntad y capacidad de hacerlo.
La
metrópoli de Chan Chan fue planificada antes de ser construida. Una de las
condiciones para su edificación fue el acceso al agua y cercanía al mar. Su ubicación entre el océano y las montañas,
la dotaron de un simbolismo excepcional, donde la arquitectura monumental jugó
un rol decisivo. Chan Chan es la máxima expresión de la humanidad de
transformar el barro en arte.
Artículo de opinión publicado en el diario La Industria de Trujillo. Martes 5 de noviembre de 2019 p. 14
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