martes, 30 de abril de 2019

Chavimochic y los ecosistemas fragiles


Chavimochic y los ecosistemas frágiles


Víctor D. Corcuera Cueva


El Perú es el segundo país más megadiverso del planeta, concentra el 70% de la biodiversidad global. Asimismo, cuenta con más de 120 especies endémicas de aves, la más alta –y envidiable- del mundo. Estas condiciones sitúan a nuestro territorio como un potencial destino para los birdwatchers (pajareros); en efecto, en algunas regiones, ya se operan viajes especializados para el aviturismo. Sin embargo, a causa de la destrucción sistemática de las áreas naturales, La Libertad está lejos de posicionarse en este nicho de mercado.

Las Lomas Costeras, desiertos y Humedales, entre otros, han sido transformados para ampliar la frontera agrícola, promovida por el Proyecto Especial Chavimochic (PECH). O sea, el Estado ha permitido que se minimicen estos ecosistemas frágiles; desestimando que éstos son espacios de refugio, nidificación y alimentación para las aves -residentes y migratorias-.

En tal contexto y considerando que el agua, utilizada por el PECH, se origina en los nevados de la cordillera Blanca -y que éstos tienen fecha de caducidad-; nos preguntamos si el PECH es un proyecto ambientalmente sostenible.

Para saberlo, basta salir y explorar más allá del entorno inmediato y la burbuja económica. Desde la cima del cerro Ochiputur, la respuesta salta a la vista. Un manto homogéneo de color verde, ocupa el espacio donde antes había Lomas costeras. Los monocultivos no sólo han allanado las dunas, sino también han exterminado los hábitats de aves. La agro exportación, con la etiqueta de “desarrollo”, terminará por despojarnos de uno de los componentes más valiosos de nuestra identidad, el Paisaje. Y con esto, diferentes oportunidades de emprendimientos, cómo el aviturismo, por ejemplo.

Artículo de opinión publicado en el diario La Industria de Trujillo.
Trujillo, 30 de abril de 2019

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