Ni
un ciclista menos
Víctor D. Corcuera Cueva
Hace
exactamente un año -en medio del dolor, impotencia e indignación- acompañábamos
al ciclista trujillano Luis Ramírez D’Angelo en la protesta por la muerte de su
menor hijo, el también ciclista, Lance. A la fecha, el individuo que atropelló
y causó la muerte de Lance, cumple una pena de cuatro años de prisión
suspendida. Este dictamen judicial se convierte en un nefasto referente para
los que optan por la bicicleta como medio de transporte. Conducir una bicicleta
es quedar expuesto a una sociedad enferma donde -al igual que las violaciones-
el arrebato de la vida de los ciclistas queda, vergonzosamente, impune; no hay
respeto por la vida.
De
otro lado, no hay interés del Estado para la implementación de políticas
públicas para el uso de las bicicletas, tal como lo señala la Ley n° 30936, Ley
que promueve y regula el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible.
La realidad nos demuestra que las políticas actuales discriminan y excluyen a
los ciclistas, a ninguna autoridad le interesa el bienestar de los ciclistas.
La educación vial y creación de ciclovías no es negocio para los que toman las
decisiones.
Hace
un año, en la Plaza Mayor de Trujillo, Luis Ramírez exigía justicia para Lance.
Su desgarrada voz narraba los hechos del atropello y fallecimiento de su menor
hijo. El día del sepelio, el féretro fue transportado en el mismo remolque que Luis
utilizaba a diario durante la infancia de Lance.
En
las arterias de esta ciudad fluye la energía de Lance. La Panamericana, los
semáforos, avenidas y calles escriben su nombre: Lance Ramírez Alva.
Desde
esta tribuna hacemos fuerza común y alzamos nuestra voz ¡Lance presente! ¡Ni un
ciclista menos!
Artículo
de opinión publicado en el diario La Industria de Trujillo
Trujillo,
7 de enero de 2020
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