Adiós a la máquina de sueños
“…el
olvido la va a golpear tanto como la lluvia, el sol y la brisa marina” (Emilio
Rodríguez Larraín 1928-2015). Foto © Víctor Corcuera Cueva 2008.
La
noticia de su destrucción me ha traído a la memoria lo que significó esta
escultura. Asimismo, una reflexión de la indiferencia, por parte de las
instituciones públicas y de la sociedad misma con respecto a esta obra
enmarcada en la corriente artística del Land Art (arte del paisaje).
La
Máquina de Arcilla fue una obra de arte contemporáneo edificada por el
arquitecto Emilio Rodríguez Larraín (1928-2015) en el marco de la tercera
bienal de arte contemporáneo de Trujillo (1987-1988). La escultura se incrustó
en el espacio que separa Huanchaco de Huanchaquito, alterando el paisaje que es
utilizado por los pescadores ancestrales de Huanchaco desde tiempos
inmemoriales.
Desde
entonces, su presencia transformó el paisaje del balneario de Huanchaco,
quedando –entre otras cosas- como un referente de ubicación para los
veraneantes.
La escultura fue edificada con la técnica del tapial. Esta técnica es y ha sido utilizada con ciertas variaciones y adaptaciones en diferentes partes del planeta. En líneas generales, el tapial es una técnica de levantamiento de un muro o pared utilizando tierra húmeda compacta. Estos muros son usados para la edificación de estructuras habitacionales, edificios públicos, privados o como límites de parcelas. para el tapial se utiliza tierra húmeda compactada. El resultado final le otorga una serie de ventajas estructurales, ambientales y estéticas. No obstante, sin el mantenimiento constante, su degradación es inminente.
Recuerdo que,
durante las clases de Conservación del Patrimonio, dictadas por el dr. Ricardo
Morales, tuvimos un taller dedicado a las tecnologías y técnicas constructivas
en tierra. El taller se realizó en las instalaciones del proyecto arqueológico Huacas
del Sol y de La Luna, valle de Moche. El contacto la tierra fue determinante
para mejor comprender el proceso constructivo de nuestras huacas milenarias.
Taller del proceso constructivo de un
tapial. Proyecto arqueológico Huacas del Sol y de la Luna. Foto © Víctor
CORCUERA CUEVA 2015
Si bien su uso
es bien conocido en el Perú, hay que tomar en cuenta que, en Asiria, hace 5000
años, ya se edificaban templos con esta técnica. Su uso se ha expandido en
todos los continentes. En Marruecos, por ejemplo, el conjunto arquitectónico de
la ciudad de Ksar de Aït Ben Haddou está edificada básicamente en tapial. Si
bien la ciudad data de inicios del siglo XVIII, su ocupación constante, y
reciente inclusión en la lista mundial UNESCO, han logrado su conservación y
puesta en valor.
Ksar de Ait Ben Haddou. Inscrita en el año de 1987 y declarada como Sitio UNESCO en el 2004.
Foto © Víctor CORCUERA CUEVA 2020
Vivienda en Ksar de Aït Ben Haddou. Foto
© Víctor CORCUERA CUEVA 2020
El proyecto de la obra arquitectónica de la Maquina de Arcilla era mucho más amplia que la escultura edificada. La altura original debía alcanzar 13 m con rasgos piramidales, emulando a los templos de adobe que se ubican en el valle de Moche. Sin embargo, el proyecto no prosperó y tuvo que adaptarse al área que ocuparía.
Ficha técnica de la escultura la Máquina
de arcilla. Documento descargado de internet - 2022
La
escultura que fue edificada estaba constituida por 7 tapias paralelas con ejes
Este – Oeste, perpendiculares a siete estructuras de forma cubica. Todas estas
estructuras estuvieron enlucidas, luciendo la coloración natural de la arcilla.
El conjunto de la escultura se apropió de este espacio ubicado entre la línea de
playa, el área de pescadores ancestrales y la carretera distrital.
Si
la memoria no me falla, locales y foráneos, le dieron más de un uso a la
Maquina de Arcilla. Todos estos, de acuerdo al nivel de su autoestima. Recuerdo
que, durante mi infancia, con mis hermanos solíamos jugar en el laberinto de
cubos y muros de esta escultura. La
organización ortogonal era perfecta para poder esconderse y correr sin parar hasta,
finalmente, sumergirse en las olas. Al igual que otros niños, supongo, nos apropiamos
de ese espacio. Con el tiempo se convirtió para nosotros en la máquina de
sueños.
El
mar, los caballitos de totora y la Máquina de Arcilla formaban una unidad
paisajística en nuestras aventuras. Al final del día, con el sol cayendo, la
poesía se materializaba en esa unidad.
El Paisaje de la máquina de sueños. Foto
© Víctor CORCUERA CUEVA 2009
Tres
décadas y media, después de su inauguración, la Maquina de Arcilla generó un
nuevo paisaje que, por sus características constructivas y los factores físicos
de degradación –características inherentes al tapial-, dieron por resultado una
degradación generalizada. La corrasión causada por la fuerza del viento dio por
resultado el desprendimiento del enlucido. La humedad constante y exposición a
la brisa marina activó el salitre y por consecuencia la pérdida de masa y
material de sus estructuras.
Finalmente,
el factor antrópico aceleró su degradación natural. Lo que las inclemencias del
tiempo no pudieron destruir, el uso como letrina clandestina –entre otros- hizo
que esta escultura sea percibida negativamente por la mayoría de la población.
En
más de una oportunidad el peligro ha estado latente para su destrucción. Sin
embargo, su utilización como letrina clandestina y soporte de publicidad ha
sido el más común. Foto © Víctor CORCUERA CUEVA 2008
Cargador frontal removiendo el entorno inmediato. Foto © Víctor CORCUERA CUEVA 2008
Desconozco
cuál habrá sido el propósito final del artista Rodríguez Larraín con respecto a
su obra. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el Land Art, corriente artística que
enmarcó la obra en mención, se caracteriza por ser efímero. Por lo general, las
obras artísticas del Land Art deben seguir un monitoreo y registro visual de su
proceso, el cual pasa de la erosión hasta la transformación en la naturaleza
que lo rodea.
No
solo el olvido ha golpeado a la Maquina de Arcilla, sino también el
enajenamiento de la población hacia un arte que sigue siendo exclusivo de una
elite intelectual.
Nos
queda en la memoria los momentos vividos y disfrutados en el laberinto de la
máquina de sueños. Los escombros se transformarán y volverán a la playa de los
pescadores ancestrales de Huanchaco.
Víctor CORCUERA
CUEVA
02 de abril del 2022